La volumetría del edificio se va moldeando a la compleja normativa de la zona D3R de Santiago la cual combina edificación continúa y aislada, además de diferentes alturas máximas. La geometría se ve también condicionada por la altura máxima arrojada por el inmueble de conservación histórica con el cual comparte deslinde. Esta adecuación volumétrica permite la aparición de pequeños patios libres al interior del proyecto.

                Con el fin de optimizar la superficie de circulación se plantea un edificio compuesto por duplexs lo que permite construir solo un pasillo cada dos pisos optimizando la superficie útil interior de los departamentos.

La estructura se plantea en una combinación de hormigón armado y elementos metálicos de fachada a la vista que conforman el bastidor para los cierros de revestimiento metálico acanalado.