Además, está en lo que se ha ido consolidando como un eje de restaurantes que hacen que no sólo de día, sino que de noche sea un barrio muy activo.
Es por eso que buscamos generar un edificio de gran flexibilidad que le permitiera a nuestro cliente cambiar configuraciones interiores de forma fácil según las necesidades de cada arrendatario. Así definimos el edificio en lo que podrían ser cinco estratos según sus niveles, el primero ubicado en el segundo subterráneo contiene los servicios y bodegas tanto del edificio como de los locales comerciales. El segundo estrato, en el nivel -1 correspondería a un gimnasio al cual se accedería desde una escalera junto al acceso. El tercer estrato estaría definido por un cuerpo adosado junto a la calle, de dos niveles que hemos llamado la “placa gourmet” en la cual estarían ubicados restaurantes. Estos tendrían extensiones fluidas hacia el exterior a través de sistemas de mampara apilables que harían difusa la línea entre el interior y exterior, integrando lo público con lo privado. Más arriba se ubicarán cuatro niveles de oficinas, las cuales podrán subdividirse o fusionarse a requerimiento de los posibles arrendatarios. Por último, el estrato superior correspondería a una terraza mirador, que creemos podría estar en función de los restaurantes de los primeros niveles y serviría como un lounge para eventos.
Debido a la gran flexibilidad de usos y de configuraciones que demanda el proyecto fue que decidimos hacer el edificio principalmente en acero, algo poco común para edificios de varios pisos en estas latitudes. Esto nos permitió trabajar con una estructura a base de marcos, en los que los muros fueron llevados al mínimo para evitar elementos rígidos que pudieran entorpecer las distintas configuraciones que pudieran requerirse. Así, el edificio recoge la estética estructural del acero, sin pretender esconderlo y evidenciando en su exterior toda la retícula portante, utilizando cierros de muro cortina serigrafiado y mallas de acero como revestimientos, una estrategia que además de definir el carácter del edificio nos permitió ahorrar en terminaciones innecesarias.